¿Cómo trabajar para tener un buen vínculo con nuestro perro?

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¿Cómo trabajar para tener un buen vínculo con nuestro perro?

Paramascotas | Adiestramiento
Publicado de Paramascotas en Educación Canina · Miercoles 11 Nov 2020
Hace unos días os hablábamos de lo que es el vínculo y de lo importante que es tener una buena relación de confianza con nuestro perro para que esta nos ayude en su adiestramiento y educación.

Ahora la pregunta es, ¿cómo lo conseguimos?

Hoy os traemos algunos consejos que os serán útiles para trabajar poco a poco esta cuestión y conseguir que ese vínculo sea sano y estable, de modo que pasemos de ser “repartidores” de salchichas y premios a que nuestro perro confíe realmente en nosotros. ¡Os los enumeramos a continuación!

1. Cubre todas sus necesidades: Y cuando decimos todas, ¡es todas! Además de proporcionar a nuestro perro una buena alimentación, agua y cuidados veterinarios deberemos incluir en este apartado el hecho de darle un buen descanso, ejercicio diario, paseos de calidad… todo lo que esté en nuestra mano para que nuestro perro se sienta a gusto y tenga una buena salud física y emocional, indispensables para su bienestar.

2. Conoce a tu perro: Da igual el número de peludos con los que compartamos nuestra vida: cada uno de nuestros amigos, como nosotros, es único y diferente. Por eso conocerlo, saber sus gustos, sus miedos, frustraciones… es decir, “escuchar” qué es lo que necesita en cada momento y saber actuar en consecuencia, es fundamental para tener un buen vínculo, ya que esto hará que nuestro perro confíe en nosotros y seamos su gran apoyo. ¡Y recuerda que todos tenemos días mejores y peores, también nuestros peludos!

3. Comunícate con él de forma clara: establece un código de comunicación sencillo y claro que los dos conozcáis y que no varíe. Saber qué queremos comunicar a nuestro perro y que él nos entienda es muy importante a la hora de que confíe en nosotros. Si queremos que el perro se siente, asociaremos una única palabra a esta acción - como por ejemplo, “sienta”- evitando variar ya que darle distintas órdenes para una misma acción hará que nuestro amigo se sienta confuso y no se fíe de nosotros, además de que le será difícil entender lo que realmente le pedimos.

4. Sé fiable: Muy ligado a la anterior, hacer que nuestro perro tenga un buen vínculo con nosotros pasa por que nosotros seamos fiables, es decir, que no nos contradigamos. La confusión en el perro genera desconfianza, lo que dificultará su aprendizaje y, por supuesto, deteriorará el vínculo que tenemos con él. Por ejemplo, si un día le permitimos subirse a la cama a dormir con nosotros y otro día le castigamos por hacerlo, el perro no entenderá cuál es la diferencia entre ambas situaciones, lo que le hará sentirse desconfiado ante otras situaciones.

5. Juega con tu perro: Como ya os hemos comentado anteriormente la mejor forma de construir un buen vínculo es a través del juego y compartiendo momentos con nuestro peludo. ¡Pero recordad que no cualquier juego vale! Para obtener todos los beneficios del juego este debe ser claro, ordenado y estructurado y debemos evitar convertirnos en meros lanzadores de pelota que hacen esto de forma automática mientras miramos el móvil. Jugar conlleva implicarnos, participar y darle una estructura cerrada al juego con un inicio, un desarrollo del juego y un momento de cierre ya que si simplemente realizamos acciones automáticas sin prestar atención la relación que tenemos con nuestro perro acabará por resentirse, haciendo que el centro de su atención sea juguete y desde luego no al rato que pasa con nosotros.

6. Déjale ser perro: Esta cuestión es de las más importantes, pero también, no nos engañemos, la que más nos cuesta cumplir. Un perro debe ser perro, aunque en muchas ocasiones no nos guste. Y es que ver que se restriega con animales muertos, que olfatea cualquier cosa que encuentra a su paso… ¡no son de las cosas más agradables del mundo! Tenemos que ser conscientes de que el perro tiene sus propios instintos intrínsecos a su ser y no puede ser igual que nosotros o exactamente como nos gustaría. Por ello es importante que dejemos algunos de nuestros reparos de lado, respetarlos y dejar que sea el animal que es.

7. Y, por último: ¡Dale cariño!: Sabemos que esto es obvio, pero nunca está de más recordarlo. El perro es nuestro amigo y le gusta sentirse querido como a cualquiera. Acaríciale, refuerza sus buenas conductas, dale pequeños masajes en la cabeza mientras descansa a tu lado… ¡todo vale! Cualquier pequeño detalle que tengas con él, lo valora y le acerca más a ti y esto, evitando siempre la sobreprotección, refuerza vuestro vínculo.

Desde Paramascotas consideramos que el trabajo del vínculo es fundamental en la salud de nuestro perro y juega un papel fundamental en su adiestramiento y educación. Un perro con un vínculo fuerte con su tutor es un perro que se fía, que aprende conductas, que nos hace caso y con el que trabajar cualquier cuestión de salud emocional es mucho más sencillo.

Por ello trabajar esa relación de confianza y cercanía hará que nuestro perro sienta que estamos ahí para él y que puede recurrir a nosotros, lo que hará que se genere una relación feliz y sana que nos permitirá disfrutar con alegría y tranquilidad de nuestro tiempo juntos.


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