Educación o adiestramiento ¿Qué necesita tu perro?
Publicado de Paramascotas en Educación Canina · Martes 27 Oct 2020
En algunas ocasiones nos encontramos con tutores que desconocen las diferencias que existen entre los conceptos de adiestrar y educar a un perro, cuestión muy importante ya que son términos que debemos diferenciar a la hora de decidir qué es lo que necesita realmente nuestro perro para tener una vida equilibrada.
La diferencia reside en que el concepto adiestrar consiste en hacer al perro diestro o hábil en alguna conducta concreta, como por ejemplo pueden ser sentarse, tumbarse o acudir a la llamada mientras que, por otro lado, educar es hacer al perro competente, es decir, hacer que sepa gestionar cualquier situación que se le presente, que sea autónomo, se relacione bien con sus congéneres, respete las normas de su grupo social…
Es por ello que debemos tener en cuenta que muchas cuestiones que se nos presentan como educación del perro no lo son verdaderamente. Por poner un ejemplo bastante extendido: conseguir que nuestro perro se siente a nuestra orden no es educación sino adiestramiento, ya que lo que logramos es que ejecute y se vuelva hábil en seguir aquella orden que le pedimos, pero no le ayudamos a gestionar ninguna situación en sí.
Esto implica que un perro educado no necesariamente tiene que estar adiestrado y viceversa, de modo que podemos tener un perro con un sentado ejecutado a la perfección, pero que, por el contrario, no sepa comportarse, por ejemplo, en su entorno social.
Distinguir estos términos es tan importante como lo es el que sepamos qué necesita nuestro perro para así poder ayudarle y, para ello, hay que identificar correctamente el problema, valorarlo y buscar una solución acorde dentro de estos dos términos.
Si, por ejemplo, nuestro perro no gestiona bien quedarse solo en casa, apuntar a nuestro amigo a un curso de obediencia básica donde le enseñen a tumbarse, sentarse o acudir a la llamada no va a solucionar ese problema. Lo que lograremos con ese tipo de cursos es adiestrarle en esas competencias pero, en el momento que se quede sólo en casa, el problema - que no era la obediencia sino esa gestión de la ansiedad y del apego - volverá a él. El adiestramiento puede ayudarnos en un problema emocional pero nunca será en sí la solución.
Por ello desde Paramascotas os recomendamos que antes de tomar cualquier decisión habléis siempre con un profesional que os ayude a identificar el problema y os indique sobre lo que es más adecuado para vuestro perro para que todo lo que se haga por él esté bien enfocado y sea realmente eficaz.