Propiocepción en perros: Entrenando cuerpo y mente.

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Propiocepción en perros: Entrenando cuerpo y mente.

Paramascotas | Adiestramiento
Publicado de Paramascotas en Educación Canina · Viernes 14 Ago 2020
Desde pequeños aprendemos que nuestra relación con el mundo se establece, entre otras cosas, a través de las sensaciones que nos otorgan nuestros sentidos. La vista, oído, olfato, gusto y tacto son protagonistas en todas las etapas de nuestra vida y nos son útiles para distinguir sabores, colores e incluso identificar peligros... es decir, para relacionarnos, cada uno con nuestras dificultades, con el mundo que nos rodea.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Pero, ¿son estos los únicos sentidos de los que disponemos?

A día de hoy sabemos que la respuesta a esta pregunta es no.

Mientras que esos sentidos nos ponen en contacto nuestro exterior, con “lo que pasa fuera”, disponemos de otros que nos informan de sensaciones que tienen que ver o derivan del interior de nuestro organismo. Estos otros sentidos nos “hacen conscientes” de  nuestro propio cuerpo y de las respuestas orgánicas que este tiene, poniéndonos en comunicación con lo que pasa en nuestro interior. Son, por ejemplo, la capacidad para sentir dolor - denominada nocicepción-, la de percibir cambios de temperatura - termocepción- o a la que hacemos referencia en este artículo, denominada propiocepción.

¿Y qué es realmente la propiocepción?

Propiocepción deriva de la conjunción del concepto “proprius” (“perteneciente a uno mismo”) y el sufijo “-cepción” (“percibir”) por lo que podemos deducir, de forma generalista, que la propiocepción es el sentido que nos permite percibir y ser conscientes de nuestro propio cuerpo y de la posición de las partes del mismo en cada momento, de forma automática y sin tener que pensarlo.

Mediante la propiocepción podemos: conocer nuestra posición, ejercer el control neuromuscular de las articulaciones, controlar nuestra coordinación y regular tanto el equilibrio postural, como la estabilidad articular y las sensaciones musculares ayudando a mantener en alerta al sistema nervioso y a estar preparados ante cualquier situación.

Es, como vemos, un sentido de gran importancia que nos permite movernos de forma adecuada y además nos prepara y protege ante situaciones que puedan suponer un riesgo para nosotros o puedan derivar en lesiones.

¡Ahora está claro! ¿Y en los perros? ¿Qué importancia cobra este sentido?

En los perros este sexto sentido es fundamental, no solo a nivel físico sino también a nivel comportamental, influyendo en su salud emocional y con ello, como siempre os decimos, en la salud completa de nuestro amigo.

Algunos puntos básicos del trabajo de propiocepción con perros son:

-          Ayuda a la relación con el entorno, relajación y vínculo.
-          Respecto a si mismo favorece la seguridad.
-          Respecto al guía fomenta el vínculo.
-          Respecto a la relación con otros perros favorece la comunicación.
-          Fomenta el equilibrio, coordinación, relajación y autocontrol

Ponemos un ejemplo ilustrativo de esta cuestión: si un perro no tiene consciencia sobre sus patas traseras, esto puede generar que tenga más lesiones en ellas o, incluso, que se vuelva sensible a la manipulación de esta parte del cuerpo. Trabajando la propiocepción disminuimos el riesgo de lesiones y, en caso de que las hubiera, ayudaremos a que nuestro amigo se sienta seguro y libre tras la recuperación.  

También, en función de la edad o condiciones de nuestro perro, el tener una buena propiocepción le ayudará de forma diversa como es:

1.       En cachorros: El trabajo con los cachorros debe hacerse priorizando su salud emocional y su confianza por encima de todo lo demás, incluida la obediencia. Un cachorro con buena salud emocional, tendrá muchas menos posibilidades de desarrollar a la larga problemas de comportamiento y se desarrolle de forma saludable de modo que el trabajo de propiocepción es fundamental en esta etapa y los ayuda a potenciar el equilibrio, coordinación y la confianza en sí mismos, mejorando su autonomía.
2.       En perros adultos: Ayuda a su estimulación mental y la forma en la que el perro enfrenta los problemas. Si, por ejemplo, en el trabajo de propiocepción le ponemos como reto que supere un obstáculo, el perro aprenderá a gestionarlo y le servirá para enfrentar mejor todo lo que encuentre en su entorno y a aumentar con ello la seguridad en sí mismo.
3.       En perros senior: Cuando nuestro amigo es mayor, ya no podrá realizar el mismo ejercicio físico que cuando era joven, lo que debilita su musculatura. El trabajo de propiocepción es fundamental para estimularla y para ayudar a que mantengan cierta actividad, reduciendo también el riesgo de lesiones que se pueden producir en esta etapa.
4.       En perros que estén en procesos de rehabilitación de alguna dolencia: Ayuda a recuperar la movilidad y seguridad, lo que es fundamental. Muchos perros que tienen alguna lesión sienten miedo a mover la extremidad lesionada y es por ello que un buen trabajo de propiocepción supervisada y adaptada a sus capacidades, puede hacer que recuperen la seguridad en sí mismos y sean capaces de volver a mover la zona lesionada de una forma segura y evitándole miedos innecesarios.
5.       En trabajo de modificación de conductas: El trabajo de propiocepción ayudará a los a perros a gestionar diferentes situaciones, superar miedos y tener seguridad y confianza en sí mismos.

Como vemos, tanto si son perros atletas como si no, el trabajo de propiocepción será muy importante, más allá de todo beneficio físico.

Entonces, ¿cómo podemos trabajar la propiocepción con nuestro perro?

Como muchas de las cosas que aprende nuestro amigo: jugando. El juego es siempre un buen entrenamiento y disponemos de muchos ejercicios sencillos fáciles y cómodos para hacer en interior o exterior.  Algunos ejemplos de son:

·         Atravesar una zona inestable (por ejemplo, un bosu de fitness)
·         Trabajar con ellos el aprendizaje de un movimiento nuevo
·         Circuitos de obstáculos
·         Trabajo con escalera o similar (tumbada en el suelo, para que nuestro amigo pase entre los huecos)

Os dejamos a continuación un video explicativo que seguro que os sirve de ayuda y os aporta ideas de cómo jugar con nuestro amigo mientras le aportamos mayor seguridad, reducimos su riesgo de lesiones y le ayudamos a mejorar su comportamiento. ¡Son todo ventajas!

Desde Paramascotas, os animaMos a probarlo con calma, siempre adecuándolo a las necesidades de vuestro amigo, dejándole tiempo, sin sobreexigirle y disfrutando el proceso.

¡Veréis como poco a poco su salud física y emocional mejora, así como esa conexión tan especial que los peludos tienen con nosotros, mientras pasamos todos un buen rato de juego juntos!


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